¿Quienes son los 54 músicos mas importantes de la historia del jazz?... ¿Es posible hacer una elección incuestionable de ellos ?... La Baraja de naipes Grandes del jazz se mojó y los eligió ... Pero ¿Quien sobra? ¿Quien falta?. Hagamos un repaso de esos elegidos:

Louis Armstrong - Duke Ellington - Charlie Parker - Miles Davis - Billie Holiday - Ella Fitzgerald - John Coltrane - Lennie Tristano - Thelonious Monk - Sara Vaughan - Chet Baker - Lester Young - Count Basie - Coleman Hawkins - Bill Evans - Ornette Coleman - Dizzy Gillespie - Benny Goodman - Art Tatum - Sonny Rollins - Roy Eldridge - Nat King Cole - Ben Webster - Jack Teagarden - Stan Getz ....


viernes, 20 de enero de 2012

George Adams y el gigante moribundo Kodak en una foto de Peter Rouco

George Adams by ©Peter Rouco/ ℠ Alejo Lopomo.
La foto que  usted esta viendo en la pantalla de su ordenador, fue captada en 1988 con una cámara de fotos analógica y  una película de negativos de la marca Kodak. Para poder verla -tal como la estamos viendo- el fotógrafo que me la regalo,  tuvo que meterse en el laboratorio y poner un poco de su magia para revelar la película, ya que, como sabréis, la imagen, mientras descansa en el negativo, queda impresa en sentido inverso y con los colores al revés. Con el  positivado final  la imagen vuelve  a mostrarse tal como fue captada por el fotógrafo.  

El tema en cuestión, es que  al dia de hoy, la mítica compañía estadounidense Kodak se ha declarado en quiebra. Durante todo el siglo XX esta empresa estuvo saboreando las mieles del éxito y lo hizo después de crear productos asequibles y de gran calidad para todos los   públicos de la fotografía. Con esa política, Kodak popularizó la fotografía tradicional y pudo montar un gran negocio en torno a ello. Su éxito fue tan rotundo, que los carretes de fotos se  convirtieron en un producto de primera necesidad para los viajeros; como también lo fueron para las cámaras de aquellos que  querían recordar algo. De esta manera,  los  rollos vírgenes de K comenzaron a venderse en cualquier sitio del mundo. Lo mismo daba buscarlos en un  puesto de piruletas de Quito que en  un gran supermercado de Londres; en un quiosco de revistas; un estanco; el  bar de un puticlub; una farmacia de guardia, etc. Ud siempre   encontraría su carrete o en su defecto una cámara desechable. Y fue así como la firma  Kodak se convirtió en una multinacional  tan popular y rica como lo son la  Coca Cola Company o la McDonald Burger, por ejemplo.
Con la capitulación de Kodak  se sella el fin de una era y se certifica  el triunfo definitivo de la fotografía digital  sobre la  fotografía analógica convencional. Es el triunfo de la alta tecnología que se universaliza a pasos agigantados y pone sus productos al alcance de casi todos los bolsillos del mundo. Pese a esto, lo que tenemos que tener  claro es que la fotografía tradicional  no ha muerto por  falta de calidad. Ha sucumbido a los precios bajos de los megapíxel, y/o a la tremenda capacidad de almacenamiento de las tarjetas de memoria, y también, hay que decirlo, a  la complejidad, finitud  y carestía  del sistema tradicional; sin obviar a la moda y al mal gusto que reina en el alma del personal que consume.
 
El personaje de la foto es el  saxofonista George Adams (1940-1992) y el  fotógrafo que lo captó, fue mi amigo Peter Rouco. Peter tiró la foto mientras el músico soplaba su saxo tenor de forma apasionada en el Café Central de Madrid. A Adams se le ve  marcando  el ritmo  con un pie descomunal…  "Con ese pie no se le puede ir el ritmo a nadie"  pensó Peter  mientras  presionaba el botón disparador. 
En el video podrán contemplar y escuchar al gran   George Adams, tocando y sentando cátedra de como hay que soplar ese tubo metálico de forma perfecta.... 
El magnifico saxofonista  quedo inmortalizado en la emulsión química de Kodak,  justamente 3 años antes de que falleciera en  la ciudad de Nueva York, y 23 antes de que el gigante Kodak  anunciará que se está muriendo de hambre.

Si pensamos que en  1988 no existían cámaras digitales en Madrid, deduciremos  que    cada disparo con estas cámaras  analógicas costaba una fortuna. Si alguien quería hacer una  foto, tenia que comprar previamente un carrete de 12, 24 o 36 fotógramas. Era la comida de la cámara. Los disparos a precio de oro obligaban al fotógrafo a mirar, a  enfocar bien, a mantener el pulso y a  disparar  con gusto, y eso, me parece, se termina notando siempre  en la calidad de las fotos.
Cuando se acababa el carrete , el fotógrafo se moría de ganas de ver sus fotos; pero como no habían ordenadores, los fotógrafos  se tenían que meter rápidamente en el laboratorio para   revelar la película. A veces surgían sorpresas, como fue el caso de la famosa foto del Che Guevara, que terminó triunfando en solitario cuando era parte de una foto de  grupo … O como  cuando  al revelar una foto, apareció, para sorpresa del propio fotógrafo que la  tomo, el ex futbolista del Real Madrid Emilio Butragueño  con el pene al aire.
En el cuarto oscuro, el fotógrafo trabajaba cada  una de las fotos con sus respectivos tiempos, con su luz, sus pantallas, sus filtros, su ampliación,  su encuadre  y su química.  Esta foto que me regalo  Peter, es por tanto una  foto mimada.

En estos tiempos captados  en  dimensión digital,  cualquiera puede hacer una foto. Se  pueden hacer casi sin mirar y con un teléfono móvil, con un MP3 o 4 , con una tableta, con un bolígrafo, con un mechero o un helado para detectives, e incluso con una cámara de fotos digital.   Hacerla no cuesta nada. De una ráfaga de 200 tomas, alguna saldrá buena y  si no, siempre tendrá arreglo con un programa de ordenador.

Que esta vieja  foto valga de recuerdo y homenaje para George Adams, Herman Leonard, el gigante amigo Kodak y Peter Rouco.
Escrito©by Kuto.
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